LA SEXUALIDAD Y LA AUTOESTIMA
Existe una estrecha relación entre autoestima y sexualidad, y es un tema que generalmente no es asociado sino por profesionales de la sexología. El hecho es porque estamos acostumbrados a ver la sexualidad solo en los encuentros íntimos, como disfrutarlos al máximo, como conseguir lo que quiero a través del encuentro sexual y no nos damos cuenta que a menudo la autoestima puede ser detonante para una sexualidad en plenitud y sana o en muchos casos la sexualidad potenciar la autoestima
Empecemos por definir la autoestima. Se define como autoestima la valoración, generalmente positiva, de uno mismo. Para la psicología, se trata de la opinión emocional que los individuos tienen de sí mismos y que supera en sus causas la racionalización y la lógica. Traigo en este momento algunos conceptos de auto estima que me parecieron muy bien fundamentados. En su libro Autoestima e identidad. Luis Hornstein propone 4 tipos de autoestima. Según el autor, los tipos de autoestima varían debido a que la valoración de uno mismo puede ser más o menos alta y más o menos estable.
1. Autoestima alta y estable
Las circunstancias externas y los acontecimientos de vida tienen poca influencia sobre la autoestima. Las personas con este tipo de autoestima se desenvuelven de manera abierta ya que no necesitan defender su imagen, se defiende sola. Además, la persona es capaz de defender su punto de vista sin desestabilizarse. Ser empático, centrado y seguro de sí mismo aceptar sus miedos, debilidades y capacidades, asumir las consecuencias de sus decisiones
2. Autoestima alta e inestable
Las personas con este tipo de autoestima, tienen una elevada autoestima pero son incapaces de mantenerla constante. Los contextos competitivos pueden tener un efecto desestabilizador. Responden con actitud crítica ante el fracaso, ya que estos son percibidos como amenazas. El individuo mostrará convicción al defender su punto de vista, pero no aceptará otros puntos de vista y tenderá a monopolizar la palabra en una discusión. La inestabilidad de la autoestima conduce a situar la autoestima como preocupación central y exige preservarla a cualquier precio y apelar a una actitud agresiva (para promoverla) o bien pasiva (para protegerla).
3. Autoestima baja y estable
En los casos en los que hay una autoestima baja y estable, los eventos externos (sean favorables o no) no alteran la autoestima del sujeto, que no se esfuerza por promover su imagen personal y se infravalora. Los individuos con este tipo de autoestima son indecisos y tienen un gran temor a equivocarse. Estas personas no defienden sus puntos de vista ya que la valoración de sí mismos es siempre negativa, creen que no están a la altura.Este tipo de autoestima es muy frecuente en personas con tendencias depresivas, que a causa de su mentalidad pesimista no suelen percibir sus logros personales como tal, asumiendo que son fruto de la suerte o la casualidad.
4. Autoestima baja e inestable
Las personas con este tipo de autoestima suelen ser sensibles e influenciables por eventos externos. En cuanto se enfrentan a un evento exitoso, su autoestima sube, pero en cuanto termina la euforia del momento, su nivel de autoestima vuelve a bajar. Es decir, que este tipo de autoestima está definido por su falta de solidez y la inestabilidad que presenta, la cual hace que se altamente sensible a todo tipo de eventos, por irrelevantes que puedan parecer desde un punto de vista racional. se caracterizan entre otras cosas por tener una autoestima baja y muy dependiente de la opinión que perciben de los demás.
Entonces podemos afirmar que si una persona tiene una autoestima adecuada, es decir ni baja ni demasiado alta, vivirá de forma sana y saludable la sexualidad con su pareja. Ambos extremos (baja o demasiado alta) puede conllevar problemas en la relación sexual; baja porque uno no se siente lo suficientemente deseable como para “merecer” tener relaciones sexuales y si es demasiado alta puede caer en el error de creer que ninguna de sus parejas sexuales estén a su altura.
Si la autoestima es la adecuada, el mensaje subconsciente que nos enviamos es el de que somos capaces de complacer y de ser complacidos, de ofrecer amor y amar.