lunes, 11 de febrero de 2019

La sexualidad y la inteligencia emocional



La sexualidad y la inteligencia emocional




La inteligencia emocional es un término que popularizó en 1995 Daniel Goleman, un psicólogo norteamericano, que la definía como. “la habilidad para percibir, valorar y expresar emociones con exactitud; Para acceder y/o generar sentimientos que faciliten el pensamiento; la habilidad para comprender emociones y el conocimiento emocional y la habilidad para regular las emociones promoviendo un crecimiento emocional e intelectual” (Mayer y Salovey, 1997)Apunta el experto que es necesario aprender a percibir y expresar emociones de forma precisa, usar la emoción para facilitar la comunicación y la relación con los otros, comprender las emociones propias y regularlas a favor del crecimiento personal.

Entonces ni el intelecto, ni la inteligencia emocional, pueden por sí solos actuar armónicamente. Cuando las personas conocen e interpretan con eficacia sus habilidades emocionales, se proyectan con mayor claridad hacia los sentimientos de los otros y contribuyen a dar satisfacción a sus vidas y a dominar hábitos mentales que favorecen su propia productividad.

Las personas con una inteligencia emocional elevada, se sienten bien consigo mismas, con las demás y con el universo que les rodea. Además, son socialmente equilibradas, solidarias, alegres y comprometidas en sus relaciones interpersonales (Goleman, 1995).Estas personas están facultadas para conocerse mejor

Es por eso,es que la humanidad necesita que los niños,  niñas y adolescentes sean educados con prácticas de crianza centrada, equilibrada e inteligente. Esto se logra cuando quienes conviven con ellos afrontan el reto de cultivar las habilidades de la inteligencia emocional.

Se necesita para que los niños, niñas y adolescentes vivan una sexualidad plena que aquellos que los forman, enfrenten de manera abierta, clara, honesta, sincera  su sexualidad en un contexto histórico, que en estos momentos exige diálogo, mayor estudio sobre el tema, sinceridad y honestidad, dentro de un marco ético de derechos humanos que permita la toma de decisiones responsablemente, sin miedos, sin dudas y sin manipulaciones de ninguna clase.

Por lo que considero pertinente los padres y representante, los colegios, universidades  abran espacios para que grupos de niños, niñas y adolescentes, discutan en compañía de adultos responsables y bien preparados, dilemas sexuales de interés para ellos, que les permitan expresar sus opiniones y construir y reconstruir sus posiciones, así como expresarlas y defenderlas públicamente. Este dialogar en un espacio de tolerancia y cordialidad van fortaleciendo la construcción de sus conocimientos, de su escala de valores y de su filosofía de la vida, fundamento que respalda la expresión de su sexualidad en la convivencia cotidiana y que fortalece sus habilidades emocionales

Que interesante seria aplicar este modelo a todos aquellos que viven diariamente situaciones de violencia de género o abusos sexuales. Estoy segura que se acabarían por completo. Porque ¿Cómo pueden presentarse estos ataques en una persona centrada y empoderada de su vida de sí mismo (a)? .

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