lunes, 18 de abril de 2016

LA PAREJA EN LA ADOLESCENCIA

El primer amor de pareja es una experiencia fascinante que debe basarse en la vivencia erótica y la comprensión, la tolerancia, amabilidad y el respeto. Amar en la adolescencia y en cualquier etapa de la vida debe ser desde la igualdad, desde acuerdos y compromisos mutuos. Entre adolescentes un elemento fundamental es la comunicación clara, honesta el respeto por las opiniones, creencias, pensamientos sentimientos.

Las relaciones amorosas en la adolescencia se ven influenciadas por las expectativas de las amistades, familia, los medios de comunicación y todo tu entorno. Todo lo que rodea al joven y la joven influye en tu comportamiento dentro de la relación (amistad especial, enamoramiento, noviazgo o como lo quieras llamar). Es importante saber que todas las relaciones no comienzan y funcionan de la misma forma, porque las personas somos todas diferentes. Venimos de entornos, familias, educación, valores, costumbres, creencias, que pueden ser comunes pero cada quien con una experiencia y aprendizaje distinto; lo que te hace en algunos momentos sentir intensamente el amor, el desamor, entre otros. 

En algunas oportunidades hay una no correspondencia a tus sentimientos y afectos; o el rompimiento luego de una relación, por lo general intensa, son los momentos en que necesitas compañía, comprensión, respeto y solidaridad de amistades y familia. Puedes sentir y pensar que nunca más volverás a enamorarte, pero debes saber qué pasará con el tiempo. Lo cierto es que a veces te ciegas cuando te enamoras y puedes pasar por alto actitudes, experiencias, situaciones que no corresponden a una relación en la que esperaras disfrutar, aprender, amar y compartir juntos durante el tiempo que se decida.

Por el contrario, en algunas relaciones entre adolescentes se pueden dar distintas expresiones de violencia. Algunas aceptadas culturalmente como “expresiones del amor” que no identificas como violencia, como por ejemplo: Insultos, gritos, ofensas. Chistes despectivos, burlas, humillación. Intentar controlar con quién te relacionas, amistades, familia. Exigir acceso o control a celular, correo electrónico, Facebook y otras redes virtuales. Criticar/controlar tu forma de vestir .Compararte de manera destructiva con otras personas. Celos. Caricias agresivas que te hagan daño. Presión para mantener relaciones sexuales. Obligarte a asumir conductas y actos que no deseas. Amenazar con terminar la relación, entre otras.

Es importante aprender a identificar estas señales y reconocerlas como agresión buscar ayuda para que todas las decisiones que tomes te ayuden al crecimiento personal de manera responsable.


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