“Lo importante no es lo que te ocurre, sino como lo afrontas”
(Joan Manuel Serrat)
Mantener la calma para mantener una relación efectiva con la pareja ante situaciones de conflicto
Llevamos un ritmo de vida frenético. Muchas personas viven estresadas ya sea porque tienen que estudiar, trabajar, mantener un hogar y una familia, ganar el suficiente dinero para llegar a fin de mes, problemas familiares, y de pareja…
Hay días en los que parece que todo sale mal, parece que los problemas nos llueven y pensamos “¿Por qué a mí?”. Es aquí donde debemos mantener la calma. Pero… ¿A qué me refiero con eso?
Mantener la calma es permanecer calmados, tranquilos en cualquier situación. Es mantener un estado, tranquilidad, serenidad, optimismo,… sobre todo en aquellas situaciones donde parece que nos sentimos más desbordados porque nos parece que no somos capaces de controlarla la situación.
Quizás estas ideas te ayuden en la situación donde te encuentres colmada/colmado emocionalmente y requieras calma y centro para mantener una relación en pareja equilibrada y saludable
1. Identifica las señales de alarma
Antes de nada, debes procurar estar alerta a las señales que nos manda el cuerpo ante situaciones de tensión y estrés. Es importante que sepas identificar cómo reacciona tu cuerpo en esas circunstancias para aprender a mantener la calma en momentos posteriores
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2. Respira y cuenta hasta 10
“1-2-3-4-5….9-10.” Es preferible que te tomes tu tiempo para contar números (ya sea hasta el 10 o hasta el 100) hasta relajarte. Entrena la respiración lenta y profunda cuando te sientas cómodo y tranquilo, para que en situaciones complicadas y cuando estés nervioso, seas capaz de hacerla de manera automática. Inspira, aguanta el aire 5 segundos y expúlsalo despacio. Observa como tu cuerpo deja de estar tenso.
3. Distánciate por un momento de la situación
Intentar tomar aire puro.Otra opción siempre que sea posible, es lavarte la cara con agua fría para hacer que la frecuencia cardíaca disminuya. Esto te ayudará a calmarte.
También puedes usar objetos para liberar tensión como pelotas anti estrés.
4. Desconecta tu cerebro, piensa en otra cosa
Cuando estás en tensión y quieres mantener la calma…
Intenta pensar en cualquier cosa que no sea el problema, tienes miles de opciones: Piensa en tus próximas vacaciones, conéctate a internet, visualiza un paisaje, ponte a leer ese libro que tanto te gusta, intenta recordar aquella situación tan graciosa que viviste hace poco,…
5. Analiza tu situación de manera objetiva.
Imagínate la situación que estás viviendo como si tú no estuvieras dentro de ella y el protagonista fuera otra persona. ¿Cómo lo verías? ¿Lo verías del mismo modo? Si el protagonista de esa historia te pidiera consejo, ¿qué le dirías? Seguro que si no tienes en cuenta las implicaciones emocionales, eres capaz de actuar de un modo distinto y mejor.
2. Respira y cuenta hasta 10
“1-2-3-4-5….9-10.” Es preferible que te tomes tu tiempo para contar números (ya sea hasta el 10 o hasta el 100) hasta relajarte. Entrena la respiración lenta y profunda cuando te sientas cómodo y tranquilo, para que en situaciones complicadas y cuando estés nervioso, seas capaz de hacerla de manera automática. Inspira, aguanta el aire 5 segundos y expúlsalo despacio. Observa como tu cuerpo deja de estar tenso.
3. Distánciate por un momento de la situación
Intentar tomar aire puro.Otra opción siempre que sea posible, es lavarte la cara con agua fría para hacer que la frecuencia cardíaca disminuya. Esto te ayudará a calmarte.
También puedes usar objetos para liberar tensión como pelotas anti estrés.
4. Desconecta tu cerebro, piensa en otra cosa
Cuando estás en tensión y quieres mantener la calma…
Intenta pensar en cualquier cosa que no sea el problema, tienes miles de opciones: Piensa en tus próximas vacaciones, conéctate a internet, visualiza un paisaje, ponte a leer ese libro que tanto te gusta, intenta recordar aquella situación tan graciosa que viviste hace poco,…
5. Analiza tu situación de manera objetiva.
Imagínate la situación que estás viviendo como si tú no estuvieras dentro de ella y el protagonista fuera otra persona. ¿Cómo lo verías? ¿Lo verías del mismo modo? Si el protagonista de esa historia te pidiera consejo, ¿qué le dirías? Seguro que si no tienes en cuenta las implicaciones emocionales, eres capaz de actuar de un modo distinto y mejor.
6. Cuidar tu alimentación puede ayudarte a controlar tus nervios
Comer de manera saludable es importante en todos nosotros ya que la alimentación influye tanto en nuestro cuerpo como en nuestro estado de ánimo.
¿Cómo serenarnos? En casos así, los expertos recomiendan tomar chocolate negro y alimentos ricos en vitamina C como fresas, naranjas,… debido a que reducen el cortisol (hormona del estrés) y beber algún tipo de infusión relajante (por ejemplo, infusión con valeriana o alguna tila relajante) para ayudar a mantener la calma.
Para aquellas personas que para mantener la calma necesitan asaltar el frigorífico, se recomienda el consumo de chicles (sin azúcar) que les ayude a disminuir los niveles de estrés y los nervios. Si además procuras masticar el chicle despacio, saboreándolo y de forma consciente, mantendrás tu atención en el chicle e indirectamente prestarás menos atención al problema..
7. La importancia del ejercicio físico
Muévete, activa tu cuerpo de cualquier manera. Pasear siempre es muy recomendable. Dar un paseo o incluso (dependiendo de tu forma física
Da igual el ejercicio que elijas, siempre es mejor salir a dar un pequeño paseo que quedarte encerrado en tu habitación con los mismos pensamientos intrusivos rondando tu cabeza. El ejercicio físico ayuda a regular las emociones y gracias a que liberamos endorfinas, nos hace sentirnos más felices.
Ya sabemos que mantener la calma en cualquier circunstancia no es una tarea fácil. Requiere de mucha paciencia, mucha práctica y ganas y fuerza de voluntad para no darse por vencido cuando parezca que la situación se nos va de las manos.
Felicítate, gratifícate porque has querido y has podido. Has sido una persona madura y gracias a tus ganas has sido capaz de mantener la calma controlando tanto tus emociones como tus acciones. Siéntete muy orgulloso de ti mismo. Si has fallado en algo, no pasa nada, no te castigues ya que la próxima vez lo harás mejor. Además, los fallos te ayudan a aprender más sobre ti mismo y hacen que te conozcas mejor para que en próximas situaciones no cometas los mismos errores